Lo primero era salvar la propiedad que estaba a punto de ser rematada, así que fui al banco a enterarme la situación real del crédito, una vez que me entere, era difícil y vi que se estaban aprovechando de el, me propuse pagar el monto atrasado, lo negocie con ellos, la peleé y logre obtener un descuento y cancelamos el crédito. 

Segundo paso era reflotar el taller y abrir un punto de venta, no fue muy fácil porque mi suegro es una persona mayor y después de lo vivido ya no quería arriesgar nada, pero ante esta situación no había otra salida, sino el de prestar dinero para invertir y reflotar el negocio. Lo que no sabíamos era que nadie nos quería prestar dinero, porque los reportes del banco habían sido muy negativos, y no nos dejaba opción a ser personas sujetas a acceder a un crédito. 

Claro esto no me iba a detener, toque puertas pero no había respuestas positivas, pesaba mucho lo de INFOCOR, fui a bancos y cajas, al final del camino lo conseguí, una de las cajas apostó por nosotros a tal punto que nos prestó 20000 soles a sola firma, fue bendición de Dios. 

Tercer paso, era salir al mercado con un producto nuevo, que se diferencia del producto tradicional o del enfoque del clásico artesano joyero, en otras palabras romper el esquema de este mercado de provincia. 

Le propuse a mi suegro crear una marca de joyas, con un concepto moderno y juvenil donde volcáramos toda nuestra imaginación y creatividad, para lo cual diseñaríamos un logo y le daríamos unos colores que nos identifiquen, así como una envoltura y empaque. Creo que fui muy rápido, mi suegro no estaba muy convencido de mi propuesta, a las finales se convenció a medias, buscamos un nombre de marca era lógico pensar en el nombre que llevo por muchos años, le dimos unos ajustes y lo lanzamos. Re-modelamos todo, taller e hicimos una pequeña tienda, quedo muy bonito diferente, tuvo buenos comentarios de los clientes que llegaban. Pero ahí no quedaba todo, como lo comente, mi deseo era patentar una marca, así que eso fue, intentamos patentar la marca, digo intentamos porque ahí viene el otro obstáculo era un nombre que mi suegro compartía con su hermano, claro sonaba distinto, era distinto, pero el problema surgió todo un lió en INDECOPI, y un lío familiar, pero esto no iba a detener mi meta y proyecto de marca, fueron momentos muy difíciles porque era un tema familiar, pero logramos superar este mal tiempo entendiendo que lo mejor era empezar con otro nombre que identificara a esta nueva generación que encerrara nuestro sentir, fue así que nació MCP JOYEROS que traducido es MANOS CREATIVAS PERUANAS, nombre que si bien es cierto no identificaba en un inicio a mi suegro, pero si a toda la familia y a los clientes les gusto, tuvo buena aceptación. 

Pensé que ahí había quedado todo este problema familiar que duro un par de años y que mucho daño había ocasionado, no fue así la familia de mi suegro no se quedo contenta con que mi suegro le cediera el nombre a su hermano, le empezaron a difamar, a tal punto que nos empezó a afectar en el negocio y en la vida cotidiana, como quien dice Pueblo Chico Infierno Grande, y este dicho se cumplió con nosotros, claro muy injustamente pero lo hicieron. 

A mucha pena, los problemas no nos dejaban, era momento de pensar en algo y saltar esta barrera que se había hecho pesada.